Había una vez una chiquilla que soñaba con ser princesa, dueña de bonitos vestidos y desprender elegancia innata.
Había una vez, realmente, una niña enamorada de las letras y de las cosas bonitas, amante de la melancolía y con carácter nostálgico, que se puso a recordar las cosas bonitas del pasado. Un pasado impregnado de inocencia e ingenuidad, protegida bajo el ala familiar. Y es así, pues la vida transcurre, los hechos acontecen y cuando vemos el reflejo de nuestro hoy, es inevitable ver las trazos de un ayer que sigue cogiéndote de la mano y alterando el corazón.
Las estaciones pasan, las emociones vuelven y todo lo que marchita puede volver a renacer. Así me siento a día de hoy, renacida en el mundo lolita y sintiendo como nunca la necesidad de recordar los inicios. Hay cosas que no cambian y mi melancolía no se separa de mi lado, por eso, me apetecía contaros mi historia con este universo de encaje, pomposidad y lazos.
Era el verano del 2004 cuando descubrí a dos chicas, vestidas de impoluto negro, paseando por las Ramblas. Años después descubriría quiénes eran y que esos preciosos vestidos eran de Moitié. Me quedé embobada mirando esa estampa, parecía sacada de un cuadro y sentí el flechazo directo en mi corazón. Ese fue mi primer contacto con el mundo lolita y desde entonces siempre he pensado que fue predestinado, pues la suerte correría de mi lado y a los pocos meses, volvería a encontrarme con ellas. Mi madre tenía una tienda muy cuqui donde vendía producto de Hello Kitty, así que una tarde aburrida en ella, entraron justamente las chicas bajo mi sorpresa y metida en mi vergüenza no pude ni hablar. Sin embargo, mi madre, no dudó ni un momento en preguntarles por su atuendo y allí salió: "No somos góticas, somos lolitas". Cuando llegué a casa mi reacción directa fue buscar "Lolita" y allí encontré mi principio, el inicio de todo.
Me acuerdo que con el hype en el cuerpo, lo compartí con todas mis amistades y para el Carnaval del 2005 nos íbamos a vestir de gothic lolitas. Perdonarme, era una cría, internet no estaba tan desarrollado y no tenía ni idea. Pero me presenté en Carnaval con un tutú hecho por mi misma, una blusa del Stradivarius, unas mary-janes, todo negro, con dos coletas de cheerleader y medias de rayas negras y blancas. Ah, labios, ojos y uñas pintadas de negro, por supuesto. Aunque era la candidata número uno en acabar en la lista de Ita Lolitas, yo me sentí bonita y me sentí con fuerza: "eso" me gustaba de verdad, el "lolita" me gustaba.
Toda decidida, seguí investigando, investigando e investigando. Me topé con "Oscura Inocencia" (¿no creéis que éramos muy góticos todos por esa época?) y aunque no fui ni siquiera activa allí, si empecé a empaparme un poco más de la moda lolita. Que venía de Japón, cómo había que vestir bien, las marcas, las prendas... Mi "formación" culminó con Lolita in Wonderland, que lo conocí en Diciembre del 2006 y entré bajo el nick de "HikariChan". Fue una época muy feliz, en la que descubrí un nuevo mundo que adoraba y me encantaba, pero sobre todo, me hizo crecer como persona gracias a los escritos de Candy y conocer a personas por toda España, incluso Latinoamérica. Me hizo ser abierta, tener una visión más amplia y conocerme a mí misma, sobre todo en estilo y gusto.
Yo y mis ganas de ser super Gothic Lolita con una falda handmade, blusa del Zara, cofia de Innocent World y las Rocking Horses de Lolita Lola. Por suerte no hay foto de mi primer intento... Esta fue la primera vez que cumplí realmente con las normas del lolita
Era una cría muy valiente, pues con 15 años ya hice mi primera transacción sin contar nada a mis padres y a una persona que ni siquiera conocía. Quizá cuando eres pequeño pecas de confianza, pues ahora lo pienso y no lo haría. En verano del 2007 me hice con mis primeros accesorios lolita, comprados a Tamar bajo su marca Miss T Sugar. Eran unos lazos, a 12EUR el par y yo me compré dos pares. Un caluroso lunes fui al banco a hacer el ingreso y a la semana los tenía ya conmigo. No eran nada del otro mundo, pero yo estaba muy feliz. Mi primera prenda lolita brand no llegaría hasta el Salón del Manga de ese mismo año, donde me compré mi falda de la Bella Durmiente de Baby, the Stars Shine Bright, de segunda mano a Candy. A pesar de que mi estilo inicial fue el Gothic Lolita, terminé completamente enamorada del Sweet Lolita.
Mi primera falda lolita de brand, preciosa y única, aún sigue conmigo ~
Quería ser Momoko de verdad, este es un outfit copiado de uno que lleva en la película, a excepción de los zapatos
Desde entonces fue un despegue hacia las estrellas. Empecé a comprar mensualmente ropa lolita (viva EGL Sales), pues la ropa "civil" no me llamaba nada, vestía el lolita a diario y me impliqué al 120% con el foro, pues terminé siendo staff de LIW hasta su cierre en el 2009, cuya historia da para otra crónica. Desconcertada ante la situación y sin un foro donde compartir nuestra afición (lo reconozco, estaba enganchada), me uní con Al y Alessa para fundar Lolita in the Sky, llenando el vacío que dejó LIW, que a pesar de haber intentado renacer en el 2010, no fue fructífero (otra crónica más que contar, Volumen II de la Crónica de LIW). Con el foro de LITS aprendí un montón, sobre todo de la amistad (Al, te quiero <3) y pude conocer a muchísima gente más que a día de hoy siguen siendo mis amigos. En esa etapa también me cambié el nick a "Momoko", porque siempre me he sentido más afín al lolita estrictamente japonés y asemejada a Momoko de Kamikaze Girls.
Adoraba el sweet lolita, pero nunca probe el OTT
Por allá del 2011-2012 el formato de los foros empezó a decaer y los grupos de Facebook cogieron más fuerza. En Mallorca, también estaba creciendo el número de lolitas, así que empezamos a planear por aquel entonces la idea de fundar una Asociación Lolita, idea que culminó en Noviembre del 2012 con una fiesta de inauguración magnífica. Cuando LIW Version 2 se fue al carajo, la escena lolita española estaba (o quiero pensar) cansada de que hubiera un líder nacional pues con esta idea nació Spanish Lolita Alliance, una plataforma de unión de todas las comunidades lolitas que hay en España. Una página que funciona actualmente de maravilla y que se trabaja a diario para sacarlo adelante (¡Gracias chicas, sois las mejores!), pues SLA tiene presencia en todas las redes sociales (y eso lleva trabajo).
Mi estilo actual, más classic, más pelucón (odio mi pelo normal para el lolita)
Yo tuve muchos altibajos en el lolita, pues en una crisis existencial en el 2013-2014, decidí vender casi todo mi armario sweet lolita, quedándome en un lado más classic/gothic. También es cierto que descubrí más facetas de la moda y dejé de vestirlo a diario, me apetecía experimentar con otras modas y otros estilos. Pero me sigue gustando y mucho, no sólo por la moda, sino por las personas que hay en el lolita, por mis amistades. Así que aquí estoy, en el 2017, en una versión mejorada de mí misma, disfrutando de nuevo del lolita como cuando lo conocí. No creo que pueda vestir lolita cada día como antes, porque amo la moda y la versatilidad, pero sí siento que será algo que me acompañará siempre a lo largo de este camino de baldosas amarillas.
Porque el lolita no es sólo ropa a veces, también puede ser una bonita historia sobre el inicio de la amistad entre dos personas con un gusto común.
¿Y tú? ¿Cómo comenzaste en el mundo lolita?