viernes, 2 de mayo de 2014

Se pilla antes a un farsante que a un cojo

A veces pienso demasiado en dar explicaciones, toda la vida dando explicaciones de porqué hago esto porque hago lo otro. Y realmente no es tan difícil, simplemente haz, haz las cosas porque te apetecen, por que quieres y ya está. Que más da lo que piensen los demás si ellos no piensan en ti, porque no te van a querer más que por cuatro cotilleos.

Así pues, escribo esto porque me apetece y porque adoro escribir. Pequeños fragmentos de mis pensamientos fugaces, pequeños retales de mis ilusiones y una pizca de mis mil y un sueños. Escribo esto porque por fin es un volver a comenzar. Por fin estoy consiguiendo poco a poco lo esperado, puro positivismo, buenas vibraciones y transparencia. Estoy volviendo a sentir el lolita, oh mi lolita.

No puedo decir que soy una persona inocente, ni que soy una buena persona (aunque lo intento cada día), ni que puedo ser perfecta, pero si puedo decir que soy transparente, que soy sincera (y ostias grandes me han pegado por ello). Por eso, odio la falsedad, odio que las personas me mientan y odio las apariencias. Y quién me iba a decir que un mundo tan tierno, tan inocente y tan dulce como el lolita pudiera estar plagada de tantas farsantes, que les importa más el "parecer ser" que el "ser" de verdad. Me han dicho mil y unas veces que el karma funciona (y lo creo) y el tiempo pondrá en su lugar a todas aquellas personas. Pero no puedo evitar tener noches de insomnio preguntándome porqué, porqué hay personas tan mezquinas, tan egoístas, tan falsas.
Siempre he pensado que todos nacemos buenos, que la sociedad nos vuelve malos. Nos vuelve unos envidiosos, unos capitalistas y muchas veces insensatos. Yo caí sin duda en el juego del mal, en cotillear sobre el vecino y criticar, muchas veces por pura envidia. Caí en la trampa de jugar sucio y tratar de ser la mejor, no simplemente en "mejor". Por suerte, encaucé de nuevo mi camino del bien antes de llegar al fondo (un fondo que casi llegué) y decidí "separarme de la sociedad". Y creo que por fin estoy llegando al fin de esta etapa: la mejor que era para mí. Decidí separarme de toda la maldad, de todo pecado capital porque era hora de sentir la bondad. De ello hará 5 años. Hace 5 años que me propuse que iba a ser mejor persona, que iba a mejorarme a mi misma, que trataría de ser justa, imparcial y ayudar a todo aquel que se cruzara en mi camino. Hace 5 años decidí que no habría más manchas oscuras en mi vida y que todo sería positivo. Y hace 5 años decidí querer por encima de todo a todos aquellos que me querían por como soy, porque entablaron una conversación conmigo, me conocieron y llegaron a mi alma con suaves pasos. Entonces aprendí que ser dulce me gustaba y ser honrada me hacía dormir por las noches. Que la sinceridad era un abrazo cálido y el positivismo mi alimento. Y que mi dulzura va para aquellas personas que se merecen, mi amistad para aquellos que lo valoran de verdad. Es difícil ahora explicar todo el proceso en el que entré para llegar a ser la yo de hoy. No se puede escribir en  un párrafo, ni tan siquiera en un capítulo. La paz no se consigue en un solo día pues hay que trabajarla. Un poquito cada día, hasta llegar donde quieres llegar.

Por suerte, esa paz ha llegado. Ha llegado como debe de llegar, como un halo de luz esperanzador que pronostica un futuro mejor, no sin espinas, pero con muchas rosas. No puedo por fin sentirme mejor, comprender que las personas necias y falsas se deben eliminar de mi vida porque son ellos la "sociedad" que me hacen volver "malo". Que las palabras bonitas son simplemente eso, palabras bonitas. Tan bonitas como las que se pueden leer en una novela de Jane Austen y tan falsas como pensar que Mr. Darcy existe. Que las personas que te pueden elogiar y halagar hasta escupir el arco iris pero por detrás pensar que eres una puta zorra (sí, soy una señorita y sé decir palabrotas). Que les importa más aparentar ser algo que no son para que miles de chupa culos y otros miles inocentes les diga lo maravillosos y perfectos que son, que mejorar como persona (porque no perderse un capitulo de Jersey Shore es la nueva Biblia) y valorar a los que tiene a su alrededor. Ahora que estáis todos fuera de mi vida, debo daros las gracias por haberme hecho ver la realidad, de tener las cosas claras, de que por fin sé a qué personas quiero en mi vida y quienes no. Me quitasteis una y otra vez las ganas de vestirme lolita porque me apenaba, porque me acordaba de vosotros, cuando todo resultó pura envidia demostrada. En esos días no podía parar de pensar en la frase que dijo mi querida Vane: "Creí ver un movimiento poético donde había sólo había un grupo de pijas chismosas". Que engañada estuve y que feliz soy ahora.

Ya que a partir de ahora, aprendida la lección, nadie más me va a quitar la ilusión por el lolita. Porque ya forma parte de mi vida por que así quiero y porque por fin tengo las mejores personas a mi alrededor. Porque estoy consiguiendo mi objetivo de ser mejor persona y sentir mi preciado movimiento poético.


Y tu, que tanto hablas de mí, ¿realmente me conociste o creíste conocerme?


Be happy, be free, my friend