jueves, 4 de septiembre de 2014

Nada material es imprescindible en esta vida


Hace un par de años me hubiera muerto literalmente si no podía conseguir un vestido de mi wish list. O simplemente tener que vender algo de mi armario por cualquier razón. Hace un par de años no me perdía una novedad o no dudaba en quemar la visa para reservar tan ansiado vestido que iba a salir dentro de tres meses de BABY. Vestidos que cuando llegaban a casa, me lo probaba y realmente no me decían absolutamente nada o preferiría que fuera de otro color.

Me pasó con el Alice Clock de BABY, me chiflaba en foto y me parecía absolutamente precioso, me dije: lo quiero, como sea. Al cabo de poco tiempo, estaba en mis manos, reluciente y precioso. ¿Sabéis cuantas veces lo usé? Tristemente sólo salió de mi armario en dos ocasiones, junto a un totebag porque realmente no me cabía nada, ni tan siquiera el móvil y la cartera juntos. La poca funcionalidad hizo que lo desterrara en el fondo del armario. Claro que habrá gente que lo podrá usar porque les gusta como función decorativo o tiene un estilo más recargado, pero sin duda, a mi no me gusta llevar cosas por "decorar". Así que hace un mes, lo vendí a una chica que llevaba años buscándolo. En vez de apenarme como pensé en un principio, pues fue el sentimiento que más tuve cuando hice mi primer mega venta de ropa lolita, me sentí aliviada, me sentí contenta y me sentí poderosa: había podido controlar mis sentimientos por mi misma y no por una "supuesta" necesidad. Me sorprendió tanto mi positivismo que necesitaba compartirlo de alguna forma, porque al fin había conseguido aplicar la teoría de que nada material es imprescindible en esta vida.

Mi experiencia me dice que compres, si puedes, aquello que te haga palpitar y sentir emociones, aquello que sepas que realmente lo vas a usar y lo vas a disfrutar. ¿Porque? Porque la compra compulsiva puede llegar a ser una enfermedad y a no ser que seas un magnate, el lolita puede llegar a ser un capricho caro. La necesidad de querer más y más, sin fin, es un problema que puede ser grave y perjudicar no solo a ti mismo, sino al entorno que te rodea. Puede llegar a cambiar tu persona, engañar a los tuyos. Por suerte nunca llegué a un extremo, pues económicamente nunca me he podido quejar, pero si llegó el momento en que cada vez que apretaba el botón "Confirmación de la venta" me sentía vacía y soy demasiado romántica para que mis actos mundanos y cotidianos me hagan sentirme vacía. Necesito la sensación permanente de mariposas en el estómago revoloteando porque estoy ilusionada, como una niña con zapatos nuevos.


Con la asociación y las redes sociales, hablo con muchas petite lolitas que recién comienzan en el lolita y tienen la necesidad de comprar, yo lo entiendo porque yo también lo sentí. Con los años, he visto muchas personas cometer reales atrocidades para conseguir un vestido, enganchados a la compra o pelearse con tus amigos por ello. También, por mala suerte, he tenido que sentir en mis propias carnes la envidia de gente supuestamente cercana a ti por poder comprar y ellos no. Nunca me hubiera imaginado que el poder pudiera llegar a tal alcance, es tan triste como macabro. Por eso aconsejo a todas aquellas "novatas" (dios, odio esta palabra) a valorar lo que desean, los básicos y que no es necesario gastarse 400€ en un outfit (en el caso de que tu economía es limitada) cuando tienes muchas más opciones, incluso el tratar de hacer algo con nuestras propias manos. Se nos ha dotado de unas maravillosas herramientas que pueden crear, llamado "manos" y eso es extraordinario. Las cosas, poco a poco, el tiempo es paciente y la felicidad no se consigue en dos días.

¿Sabéis que? Realmente no lo necesitamos, no necesitamos tener el último modelo de Angelic Pretty, tener ese vestido tan caro de Victorian Maiden, ni nada es efímero en nuestra vida. Las rosas marchitan, las personas cambian. Aprecia esos momentos que vives con los tuyos, las experiencias y las charlas que podéis compartir: desnuda tu alma porque no hay nada más hermoso que un corazón transparente.

¿Se ha vuelto mi corazón frío como el témpano ante el lolita? No, se llama madurez, se llama el fin de la necesidad material. Comprar a conciencia. Estoy contenta conmigo misma, mejorar es importante ¿no es así?

#dramasexistencialesdellolita


P.D: No estoy queriendo decir con este mensaje que dejemos de comprar o no tengas que fijarte en la novedad de las marcas (que en el mundo de las dramaqueens cualquier frase es buena para malinterpretar y lanzar dardos venenosos). Estoy hablando de una necesidad enfermiza a lo material, que es lo que realmente NO deberíamos tener. Yo seguiré invirtiendo en piezas lolitas que me hacen sentirme feliz.

16 comentarios:

  1. Es curioso como el Lolita puede terminar siendo una espécie de enredadera que te come por completo... a mi me pasó con mi ataque de fiebre por el grupode música Arashi. Era cosa que sacaban, cosa que compraba ... Pero tuve suerte de que mi padre terminó por negarse a dejarme su tarjeta y con ello terminó esa febrada.

    Era de esas niñas manirrotas que tanto tengo, tanto gasto... hasta que mi madre me logró enseñar a establecer prioridades. Quizás yo he tenido la suerte de que el Lolita y yo nos hemos encontrado ya con 24 años y hago compras más conscientes. Basandome en lo que me hace falta. Fijate que si te digo en que me arrepiento de lo que compré lo último, ha sido el wa-lolita de bodyline... Fue un pronto como te pasó a ti con el reloj de BABY, un lo necesito ya. Pero bueno, algun provecho seguro que le puedo sacar :P

    Pero es cierto, ¿para qué vas a invertir una cantidad ingente de dinero en vestidos que quizas en persona te desilusionan? es mucho mejor hace unas compras que te hagan sentirte la mar de contenta cuando llegan ¡o incluso dar un giro decorativo a tu habitación! Porque ese dinero que has gastado en vestidos que no te hacian feliz podrías haberlos invetido en aquellos que sabes que son para ti y otra parte dedicarla a comprar cosas que te hagan querer tu rincón un poquito más, o quererte a ti mucho más ♥

    ¡Me ha encantado la entrada, ha sido muy sabia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo es que creo que toda mujer ha sido un poco manirrota en su vida, por el hecho de que nos gusta las compras y nos gusta gastar... Es un defecto de fábrica, como dice mi chico, hahaha Pero llegas a un momento importante de tu vida que dices, no. Es muy importante aprender a decir no.

      Eliminar
  2. Alguna vez, leí a una chica que era aficionada a las dollfies, que antes de eso tuvo otros gustos en los que gastó mucho dinero. Y dice "Fue caro, pero en su momento me hizo feliz y es lo que importa"
    Si bien, el ser comprador compulsivo puede generar en una enfermedad serie con un trasfondo fuerte, o veo razón por la que ir de compras debes en cuando, teniendo tu economía estable y dando prioridad a necesidades básicas y cuentas esté mal.

    Me encantó tu entrada porque toca un punto en el que me atrevo a decir la mayoría nos hemos sentido al borde o lo hemos pasado en al menos una ocasión. El consumismo se alimenta del capricho y te atrapa: Más es mejor y las marcas son expertas para hacérnoslo saber. De hecho, me pasa que ahorro para un par de viajes y no he comprado nada lolita. Admito que extraño mucho la sensación de escoger, ver el print y usarlo pero dada mi situación actual, es menester tener ropa más formal para la vida diaria, cosa que he dejado pasar.

    De igual manera siempre he visto el lolita como un hobbie que termina en inversión, en donde hay un buen mercado y puedes recuperar algo de lo que gastaste en ello, a diferencia de ir a beber o apostar, etc.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda el lolita es una buena inversión. Lo que ocurre muchas veces es que confundimos el sentimiento de felicidad instantánea con la felicidad verdadera. La felicidad tóxica no es buena (aplicaríamos la misma teoría de "cuando me chuto heroína es el momento más feliz, pero no se debe hacer, es malo para tu salud) y un comprador compulsivo es un enfermo.

      Eliminar
  3. Muy bonito texto!

    Generalmente con el lolita me frusto mucho, ya que yo no suelo conseguir mis dream dresses y no suelo estar muy satisfecha con lo que compro: a lo que más me gusta no me alcanza y lo que me gusta y es pasable no suelo pagarlo a gusto porque me parece caro XD Hay algunas excepciones, pero me cuesta tanto comprar en el lolita lo que DE VERDAD quiero... todo cuesta un ojo de la cara y a pesar de que llevo años, no tengo el armario que deseo. No estoy satisfecha. Así que buscar vivir el lolita y en general, la vida, más allá de lo material y de lo que puedo comprar o no, me ayuda a seguir adelante. Y eso intento.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo he aprendido a distribuir muy bien mi economía. Es cierto que puedo permitirme caprichos caros, pero ahora mismo en el lolita no lo quiero. Entonces, si un vestido que vale 100 me lo puedo permitir pero no me ilusiona tanto, guardaré el tiempo que sea apartado hasta tener, por ejemplo, 300, para comprarme uno que si me hacía ilusión. Pero no hay que obsesionarse, hay que pensar que al fin y al cabo es solo tela estampada y no hay que frustrarse, vívelo con tu gente como sabes vivirlo y eso te hará más feliz que tener cien mil armarios que deseabas ^^

      Eliminar
  4. Muy de acuerdo con lo que dices...
    Yo recuerdo la sensación al empezar de quererlo todo (y rápido) y de desilusionarme muchas veces al recibir lo que esperaba tan ansiadamente, o ver que realmente no era para mí.
    Reconozco que me acerqué al lolita no solo por sus ropas, si no por la filosofía que veía detrás, pero aún así es muy fácil entrar en una espiral de compras de la que creo que solo se sale con el tiempo.
    Ahora mismo (y tras varios años) estoy en un momento en el que he cambiado mis prioridades, y me siento mucho mejor conmigo misma, y más tranquila. Ya no me importa conseguir o no algún dream dress, ya no sigo las novedades de las marcas... compro solo lo "necesario" y que sé que me voy a poner. La ropa es algo que me sigue encantando, al fin y al cabo es una forma de expresión indispensable en el lolita, pero simplemente he dejado de darle importancia y he empezado a vivir el lolita a mi manera. Y creo que es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente lo que me pasó y lo que me pasa, mi orden de prioridades ha cambiado. La ropa me gusta porque adoro la moda, pero no soy esclava de ella, no necesito lo más porque lo que creo original es evolucionar mi propio estilo, sin tendencias ni modas.

      Y sobre todo, vivir mucho el lolita según me apetece con la gente que quiero. No puede ir mejor desde entonces =)

      Eliminar
  5. Y al fin y al cabo, lo importante es aprender a ser feliz con (relativamente) poco :) y establecer prioridades, claro!
    A mí no me ha pasado eso de andar comprando excesivamente (tengo unos padres supermajos que me paran los pies si hace falta)/obsesionarme, pero sí el quejarme mucho porque "quiero esto y no puedo, no tengo dinero, bla, bla, bla". ¡Y eso es algo a solucionar, no es bueno amargarse por no tener tal o cual cosa!

    Ah, por si te apeteciera hacerlo, estás nominada al premio "Mejores amigas de Blogger", que puedes leer aquí (http://teapotsandfrills.blogspot.com.es/2014/09/premio-mejores-amigas-de-blogger.html)

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hay que ser feliz a toda costa! Por ello, cuanto más fácil y sencillo sean las cosas, mejor ^^

      Muchas gracias por nominarme, cuando tenga un rato lo haré <3

      ¡Un beso!
      Y

      Eliminar
  6. Realmente me sentí aliviada al leer alguien que comparte esa idea conmigo. Los vestidos y este tipo de cosas se hicieron para disfrutarse, no para sufrirse y es mejor que alguna otra chica le de más y mejor uso que el que una lo tenga arrumbado porque a lo mejor no le gusta cómo se ve o bien, no es tan fácil de combinar y fue más un capricho. He oido que algunas chicas piensan que eso es "no querer a tus vestidos" pero entonces ¿hay que dejarlos ahí para que no se sientan mal?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que es mejor querer a las personas y aquellos materiales que traigan una historia detrás. Por mala suerte, pocos de mis vestidos tienen una historia, por eso quiero más a los míos que a ellos =)

      Me alegra mucho compartir este pensamiento contigo <3

      Un saludo!
      Y

      Eliminar
  7. Tu entrada es maravillosa. Me he identificado bastante. Yo soy una 'petit' Lolita y van varias veces que compro algo que ni necesito, ni me gusta y ni uso, y me tengo qué forzar a usarlo.
    Ahora tengo más cuidado, y tengo algunas amigas que les pasa lo mismo.
    ¿Me permitirías traducir tu entrada al inglés y subirlo a mi blog?
    Con las referencias adecuadas, creo que sería muy útil para mis amigas.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Me alegro mucho que te identifiques con esta entrada! Claro que puedes subir a tu blog mi entrada, siempre y cuando pongas un link a mi blog, haciendo referencia de mi escrito. Muchas gracias por tu interés <3

      Un beso,
      Y

      Eliminar
  8. Para el terremoto del 2010 en Chile, perdí la mitad de mi lolita con el tsunami. Esa semana habían llegado montones de cosas que había comprado a Japón, y las perdí. Mucho dinero invertido, de vuelta al mar y lleno de barro y sedimento.
    Ahí aprendí a no comprar tanto, a ser más cuidadosa con lo que quiero y a coorinar mejor. Nunca me sentí mal por perder la ropa, no le tengo apego a lo material, pero sí me dio lata darme cuenta que estaba derrochando mucho en tan poco.

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Madre mía, que mala suerte! Admiro tu fortaleza en afrontar estas cosas, todo un ejemplo a seguir =)

      Un beso!

      Eliminar